La clave para seguir una dieta sin gluten es saber qué alimentos tienen gluten y aprender a cocinar evitando contaminaciones con esta proteína. De este modo podrás seguir una dieta equilibrada y nutritiva, sin gluten, y sobre todo sin ninguna carencia.
Evita alimentos que por su naturaleza contengan gluten como son el trigo, la espelta, la avena, la cebada, el centeno, el triticale, el bulgur, el farro y el kamut, y por supuesto los alimentos que se preparan con ellos (harina, cuscús, pan, galletas, pasta, etc.).
Sustituye los cereales con gluten por cereales y semillas sin gluten, como la quínoa, el mijo, el maíz, el arroz, la chía, el trigo sarraceno, la tapioca, la polenta, las semillas de sésamo o las de lino.
Sigue una dieta variada incluyendo alimentos que de modo natural no tienen gluten como son las frutas y verduras, la leche y los quesos, las carnes y los pescados, los aceites vegetales, las legumbres, la soja y sus derivados (tofu).
Busca los productos que estén identificados como “sin gluten” o “gluten free”.
Lee las etiquetas de los productos y asegúrate de que no tengan ingredientes con gluten. Ten en cuenta que muchas salsas y cremas industriales, embutidos, conservas y platos precocinados incluyen harinas y derivados del trigo entre sus ingredientes.
Cuando cocines evita contaminar tus alimentos con gluten. Para ello, limpia muy bien las superficies, utensilios y recipientes. No reutilices el aceite donde hayas frito un empanado o un rebozado para cocinar recetas sin gluten. Guarda los alimentos con gluten separados de los que no tienen gluten.