Podemos identificar estos productos facilmente, gracias al sello de “sin gluten” o “gluten free” que encontramos en los alimentos que no tienen gluten o que tienen cantidades ínfimas. Para cuantificar el gluten, se utilizan las partes por millón (ppm), que se refieren a la cantidad de unidades de una determinada sustancia contenidas en cada millón de unidades del conjunto.